📌 Antes, yo también era de las que publicaba historias sin ningún sentido. Mostraba mi café de la mañana, mis paseos, alguna que otra reflexión, pero… ¿ventas? Cero.
Hasta que un día, me cansé de hablarle al aire y decidí cambiar la estrategia.
Empecé a estructurar mis historias como secuencias, con un inicio intrigante, un mensaje claro y un CTA potente.
💵 ¿El resultado? Mi negocio pasó de estar estancado a explotar en ventas. Y lo mejor de todo, sin sentirme una vendedora pesada.
Porque no se trata de hacer historias por hacer. Se trata de que cada historia tenga un propósito, una estructura y un objetivo claro. Y para que esto funcione, necesitas una comunidad que ya esté escuchando.
Por eso, antes de aprender a vender por historias, tenés que tener una audiencia a la que le interese lo que tenés para decir.